Los alcaldes y alcaldesas de la Conca de Ódena han valorado durante la comparecencia informativa de hoy la publicación en el BOE del Real Decreto que permite que se garanticen los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras de la Conca de Ódena de sectores no esenciales, que estuvieron confinados desde el 13 de marzo. Estos trabajadores y trabajadoras podrán tener el permiso retribuido como baja laboral de forma retroactiva. En cambio, el Real Decreto no establece lo mismo para los trabajadores residentes fuera de la Conca de Ódena y que no podían entrar a trabajar en la Conca durante el confinamiento. Los alcades y alcadesas han lamentado que todavía esté pendiente esta demanda del territorio.

Los alcaldes y alcaldesas de la Conca de Ódena han vuelto a reclamar a la ciudadanía disciplina y corresponsabilidad, y que hay que continuar con el aislamiento social. El levantamiento perimetral no puede suponer en ningún caso que se relaje el confinamiento. Este hecho podría acabar comportando un aumento de los casos.

Durante la comparecencia se ha informado de que se han intensificado los controles policiales. De viernes a lunes se hicieron 41 denuncias, y ayer martes seis denuncias más. Los alcaldes y alcaldesas han recordado que "incumplir el confinamiento es muy grave, y una conducta que pone en riesgo al resto de la comunidad y sobretodo las personas de los colectivos de riesgo”.

Las autoridades han reclamado la necesidad que se hagan tests masivos a la ciudadanía de la Conca de Ódena. Han pedido que las administraciones superiores tengan la mirada fijada en la población de la Conca.

Los alcaldes y alcaldesas han mostrado su preocupación por la grave situación de los equipamientos residenciales y sociosanitarios. Han reiterado la demanda hecha a la Generalitat el pasado 21 de marzo de un plan de contingencia para estos equipamientos y han comentado que "necesitamos mucho más material, tests y personal".

La alcaldesa de Vilanova del Camí, Noemí Trucharte, ha explicado la situación de extrema gravedad que se vive a la residencia Amavir. Esta residencia contabiliza a día de hoy 35 defunciones, y hay cinco personas en estado grave. Trucharte ha recordado a la Generalitat que faltan recursos humanos y materiales.

Durante la comparecencia, el alcalde de Igualada Marc Castells ha explicado que la semana del 1 al 7 de abril del 2020 han fallecido en la Conca de Ódena 50 personas; la misma semana del 2019 fueron 9. Estos datos vienen de los servicios funerarios municipales y, como ha explicado Castells, los datos oficiales “los tiene que dar el Departamento de Salud que es a quien le corresponde”. Aún así, ha dejado claro que no pueden conocer si todas las personas que han perdido la vida lo han hecho por el Covid-19. Por eso, ha añadido que no saben si este incremento de defunciones se debe a este virus, pero, según Castells,  “no hay que ser un Einstein para ver que la diferencia es muy grande y por tanto son datos muy importantes”. Además, ha dejado claro que “no se  incluyen las personas que han tenido que ser trasladadas a otro hospital y han perdido la vida fuera del territorio porque nuestros servicios funerarios no han actuado”.